Juan Carlos Sepulveda

Gracias por el Feedback

Dar y recibir feedback sucede en la mayoría de las organizaciones.

Hace unos días comencé este proceso, que comunica los resultados obtenidos del año anterior con base al desempeño y potencial de los colaboradores.

Recibir «feedback» o «retro» es tener la oportunidad de conocer nuestros puntos ciegos desde otra óptica que no es la tuya.

No es de extrañar que mucha gente prefiera regalar cumplidos que hacer críticas francas y constructivas.

Fomentar un ambiente de sinceridad requiere abandonar creencias limitantes como: «opinar cuando alguien solo no los pida» o «elogiar en público, criticar en privado».

Al final se trata de empujarnos al siguiente nivel. En un ambiente propicio y con la actitud adecuada podemos hacer esas críticas sin herir sentimientos.

Evitar las críticas es igual a ir «desnudo a trabajar» o la posibilidad de cometer otro error que todos ven menos uno mismo.

Douglas Stone y Sheila Heen. Maestros de la prestigiosa BHS (Business Harvard School) desarrollaron un sistema para realizar feedback positivo denominado «MDA».

Aquí, te explico en qué consiste el acrónimo:

M. Mantener

D. Desactivar

A. Activar

M. Se refiere a todos aquellos comportamientos que deben continuar al largo plazo. Generan valor desmedido. En muchos casos, son acciones que dominas naturalmente y ejecutas extraordinariamente.

D. Se refiere a aquello que no funciona tan bien como creemos. Podrían ser actitudes, comportamientos, formas de actuar, trabajar o relacionarnos.

A. Todo lo que está en modo «Off» y que al activarlo generará cambios radicales. Subir el nivel de la frecuencia para una mejor recepción. Calibrar hasta encontrar el punto de equilibro. Es aquello que debemos hacer pero no estamos haciéndolo.

Decidí agregar «MDA» en las sesiones 1:1 que estoy realizando. Los resultados al momento han sido magníficos. Nos ha permitido tener una sesión más rica y valiosa en contenido.

A manera de preguntas sencillas como:

¿Qué debo mantener?

¿Qué podría desactivar?

¿Qué sugieres activar?

Se da pauta a un diálogo abierto y sin letras chiquitas. Se logran críticas sinceras al jefe y colaboradores. Evita malentendidos y genera un clima de corresponsabilidad.

Odiamos la sinceridad pero al mismo tiempo la queremos.

Conectando ideas en ese mismo sentido, Reed Hastings y Erin Meyer, proponen un sistema similar que llaman “4A” para hacer y recibir críticas.

1. Aspirar a Ayudar.

Las críticas deben hacerse con una intención positiva. No es tolerable exhibir nuestras frustraciones o herir intencionadamente a la otra persona.

2. Aplicable.

Las críticas deben centrarse en lo que el receptor puede hacer de otra manera.

3. Agradecer.

Por instinto, todos intentamos proteger nuestro ego y nuestra reputación. Cuando nos hagan una crítica, debemos reprimir esa reacción natural. Se trata de abandonar la reactividad y el enojo.

4. Aceptar o descartar.

Escuchar y reflexionar sobre todas las críticas recibidas. No hay por qué seguirlas. Aunque siempre decir «gracias» con sinceridad. La decisión de reaccionar y consecuencias está en el receptor.

Y es así, como incorporando estos métodos a situaciones laborales y personales logro enriquecer mi aprendizaje y continuo agregando valor desmedido.

Tarde o temprano, retornará la inversión.

Hace poco me preguntaron si iba a despedir a un empleado que había cometido un error que le había costado a la empresa 600.000 dólares. No respondí, acabo de gastarme 600.00 en formarle.


Thomas J. Watson, fundador de IBM.

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